Comuna de Paris. |
En 1962, el escritor Guy Debord recordaba una pequeña pero reveladora nota a pie de página de la historia. En un opúsculo sobre la Comuna de 1871 titulado “En los cubos de la basura de la Historia” comentaba: El episodio de los incendiarios que, en los postreros días de la Comuna, fueron a destruir Notre Dame y la encontraron defendida por un batallón armado de artistas de la misma Comuna es un ejemplo de democracia directa que incita a la reflexión ¿Hicieron bien esos artistas al defender una catedral en nombre de unos valores estéticos eternos, mientras otras personas querían expresar con aquel acto que esa destrucción simbolizara su absoluto desafío de una sociedad que, en su momento de triunfo, estaba a punto de relegar sus vidas al silencio y al olvido?.
Notre Dame |
Aquello no fue más que un retazo de un episodio y nadie sabe con absoluta certeza qué sucedió. Hay rumores de que los comuneros irrumpieron en la catedral, amontonaron todas las sillas en la nave y les prendieron fuego, pero el edificio sigue en pie y la Comuna desapareció hace mucho tiempo.
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