jueves, 1 de abril de 2021

Free schools


En 2010, el entonces secretario de Educación del gobierno de David Cameron, M. Gove, introdujo un nuevo concepto, las free schools. Escuelas fundadas por iniciativa de padres, profesores, organizaciones educativas, universidades o grupos comunitarios, financiadas por el estado y gestionadas de forma independiente, es decir, con libertad para establecer las condiciones del personal, el horario y las vacaciones y sin necesidad de seguir el plan de estudios estatal.El colegio en firmar el primer acuerdo (y uno de los veinticuatro que abrieron) fue West London Free School, situado en Hammersmith, una zona media al oeste de la ciudad. Se define por ofrecer una educación liberal clásica; un plan de estudios enfocado en las disciplinas tradicionales (inglés, matemáticas, ciencias, artes y humanidades) que permita desarrollar un conocimiento sustantivo del mundo. Latín obligatorio e historia clásica desde los once años, sistema de casas, clubs que van desde el ajedrez al flamenco pasando por deportes, coro, orquesta, clases de cerámica, griego, cine francés o escritura creativa, jornadas de debate sobre actualidad política y social, disciplina y la mitad de los alumnos especializándose en un instrumento son algunos de los rasgos que lo diferencian. La idea de fondo, escribe Beatriz Jimenez Castellanos, es dar una educación tradicional y de excelencia como punto de partida sin limitar el acceso a los expedientes brillantes y sin tener en cuenta la posición social.


Un ejemplo de free school de éxito es Michaela, el colegio dirigido y fundado por Katharine Birbalsingh, conocida por su activismo en contra de la educación actual y llamada la “profesora más estricta de Bretaña”. Desencantada al ver que todo lo aprendido en el “Teacher training” sobre cómo enseñar utilizando canciones, juegos, vídeos y colorines, sobre cómo educar sin castigos ni normas, no funcionaba, empezó a interesarse por la educación de antaño. Convencida, tras probarlo en sus clases, que la disciplina y la memoria no dañan al niño, sino que son grandes aliadas, consideró que no podía seguir timando a los alumnos y decidió liarse la manta a la cabeza y empezar un colegio.En 2014 se abrió Michaela en Wembley, uno de los barrios más desfavorecidos de Londres, con una enorme inmigración y un tercio de los hogares en situación de pobreza. El lema, “Trabaja duro y sé amable”, resume bien su filosofía. La directora lo desarrolla explicando que Michaela se caracteriza por tres aspectos: disciplina, conocimiento y amabilidad.

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