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Emperador Qianlong |
Niall Ferguson cuenta como en 1793, el primer conde Macartney condujo una expedición enviada a reunirse con el emperador Qianlong, en un vano intento de persuadir a los chinos de que volvieran a abrir su imperio al comercio. Aunque Macartney se negara intencionadamente a adular al emperador, llevó consigo un extenso tributo, un planetario alemán, “la lente de cristal más grande y más perfecta que probablemente se haya fabricado nunca”, y asimismo telescopios, teodolitos, bombas de aire, máquinas eléctricas y “un amplio aparato para ayudar a explicar e ilustrar los principios de la ciencia”. Sin embargo, el viejo emperador y sus lacayos se mostraron muy poco impresionados por aquellas maravillas de la civilización occidental. En ese momento se descubrió que el gusto por las ciencias, si alguna vez había existido, ahora se había agotado por completo.… Todo se… perdió y desechó por los ignorantes chinos… que inmediatamente después de la partida del embajador se dice que lo amontonaron en los trasteros del Viejo Palacio de Verano. No tuvieron más éxito las diversas muestras de elegancia y arte mostradas en los ejemplos más escogidos de las manufacturas británicas. La impresión que la contemplación de tales artículos pareció dejar en las mentes de los cortesanos fue solo de envidia.Probablemente cabe atribuir tal conducta a una clase de política estatal que desalienta la introducción de novedades.
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Jorge III. |
Posteriormente, el emperador dirigió un edicto despectivo al rey Jorge III: “No nos hace falta nada. Nunca hemos dado mucho valor a los objetos extraños o ingeniosos, ni necesitamos nada más de las manufacturas de su país”. La frustrada apertura de China por parte de Macartney simbolizaba perfectamente el desplazamiento del poder global de Oriente a Occidente que se había producido desde 1500. El Reino del Medio, antaño madre de la invención, se había convertido ahora en el Reino Mediocre, intencionadamente hostil a las innovaciones de otros pueblos.
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Yangtse |
La supremacía de Occidente se vio confirmada en junio de 1842, cuando las cañoneras de la Marina Real británica remontaron el Yangtsé hasta el Gran Canal en represalia por la destrucción de las reservas de opio a manos de un celoso funcionario chino. China tuvo que pagar una indemnización de 21 millones de dólares de plata, abrir cinco puertos al comercio británico y ceder la isla de Hong Kong.
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Deng Xiaoping |
En palabras del mayor reformador económico de la era posterior a Mao, Deng Xiaoping: "Ningún país que aspire a ser desarrollado hoy puede aplicar una política de puertas cerradas. Nosotros hemos probado esa amarga experiencia, y también nuestros antepasados la han probado. A comienzos de la dinastía Ming, en el reinado de Yongle, cuando Zheng He surcó el océano Occidental, nuestro país estaba abierto. Tras la muerte de Yongle la dinastía entró en decadencia. China fue invadida. Contando desde mediados de la dinastía Ming hasta las guerras del opio, durante trescientos años de aislamiento China se empobreció, se volvió atrasada y quedó envuelta en la oscuridad y la ignorancia. No dejar ninguna puerta abierta no es una opción". Es esta una lectura plausible de la historia; y una lectura notablemente cercana a Adam Smith.
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