carga trágica |
Tenía razón Freud al decir que la compasión ahorrada es una de las más generosas fuentes de placer humorístico. Al no tomarse en serio la situación, el sujeto corta la cadena opresiva de los acontecimientos, y así desactiva su posible carga trágica.
Freud |
Freud cuenta la siguiente anécdota: ¿Qué día es hoy?, pregunta un condenado a muerte camino del patíbulo. Lunes, le responden. ¡Vaya! ¡Pues sí que empiezo bien la semana!.
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