jueves, 4 de agosto de 2022

La tentación de cometer un delito

La propaganda oficial se basa en que el evasor fiscal es un delincuente y por tanto debe ser perseguido por fueros especiales creados a tal efecto, y por policías y funcionarios especializados. Aun así, la evasión no cesa. Claramente los gobiernos no comprenden el motivo real del problema. La evasión no está en la cultura, ni en los espontáneos comportamientos delictivos sino en causas profundas que Adam Smith señala claramente. Un impuesto excesivo genera una gran tentación de evadirlo. Pero las penas por la evasión aumentan en proporción a la tentación. La ley, en oposición a todos los principios normales de la justicia, crea primero la tentación y castiga después a los que ceden ante ella; y normalmente además amplía el castigo en proporción a la misma circunstancia que debería contribuir a aligerarlo, la tentación de cometer el delito.

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