jueves, 5 de junio de 2025

La realidad de Guernica

Los registros alemanes que se conservan son claros. Durante un período de tres horas la ciudad de Guernica y el puente fueron atacados por pequeñas oleadas de bombarderos medianos; diecinueve Junker 52, dos Heinkel 111, un Dornier 17, y tres Savoia-Marchetti italianos. Cada uno de esos aparatos sobrevoló la ciudad en una sola ocasión, y como ninguno podía transportar más de una tonelada de bombas, el total lanzado sobre el pueblo fueron alrededor de veinticinco toneladas. Apenas fue una operación que merezca señalarse, en comparación con el ataque sobre Durango que se ejecutó casi un mes antes. Y murió menos gente en Guernica, alrededor de 170 muertos, aunque durante muchos años se dieron cifras diez veces superiores. El puente apenas recibió daño alguno, cosa poco sorprendente dado el bajísimo nivel de precisión en los bombardeos en aquel tiempo, pero las fábricas de armas y los cuarteles de la ciudad eran también objetivos prioritarios.
Los bomberos de Bilbao tardaron horas en llegar e, incapaces de controlar el fuego, al parecer se retiraron. Aunque las bombas no habían dañado más del 20% de los edificios, más de la mitad quedaron arrasados por el fuego. El histórico roble de los fueros vascos, sorprendentemente, resultó ileso.
Al principio los periódicos de Bilbao no plantearon las exageradas acusaciones que pronto comenzaron a aparecer en la prensa extranjera. A partir de entonces las fuerzas aéreas de Franco ya no desatarían más ataques directos sobre ciudades, aunque los republicanos continuarían atacando ciudades.

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