Adnan Alonto |
Un obispo filipino y una organización que se ocupa de los derechos de los migrantes (OFW) solicitan investigar las causas de la muerte de más de 350 expatriados filipinos en Arabia Saudita. El embajador filipino en Riad, Adnan Alonto se ha referido a 353 cadáveres, de los cuales al menos 200 deben ser llevados de regreso a su país de origen. “La mayor parte murió por causas naturales, informa el diplomático. Solo una pequeña parte de las víctimas guarda relación con el coronavirus”; otros fallecieron por muertes violentas. Sin embargo, la Iglesia Católica y las ONGs exigen que se esclarezca la situación.
La muerte de cientos de personas en un corto lapso de tiempo genera sospechas, y la Iglesia Católica de Filipinas solicita ir al fondo del caso. Mons. Ruperto Santos, obispo de Balanga y responsable de la Comisión para Migrantes y personas itinerantes, que es parte de la Conferencia Episcopal Filipina, no está convencido de que la mayor parte de las muertes esté vinculada a causas naturales. El prelado sospecha que hay “algo extraño”, y por ello solicita que se investigue con profundidad. “Se precisa tener claridad sobre las causas específicas de los decesos, para prevenir ulteriores pérdidas en el futuro”, comenta.
Mons. Ruperto Santos |
Arabia Saudita es uno de los destinos preferidos por los migrantes filipinos; hasta un millón de personas se ha transferido al reino, muchas veces viviendo en condiciones inhumanas, víctimas de abusos y vejaciones por partes de sus empleadores musulmanes. Los casos más frecuentes, pero que suelen ser difíciles de denunciar, incluyen condiciones de precariedad, falta de pago de los salarios, confiscación de pasaportes, ataques de naturaleza física y violencia sexual.
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