La dignidad del trabajo viene expresada en un salario justo,derecho irrenunciable a los medios suficientes para el propio mantenimiento y el de sus familias, que está por encima del derecho a la libre contratación. Otra “consecuencia lógica es que todos tenemos el deber de hacer bien nuestro trabajo... No podemos rehuir nuestro deber, ni conformarnos con trabajar medianamente”. La pereza y el trabajo mal hecho también atentan contra la justicia social. PABLO VI, Enc. Populorum progressio, 24-III-1967,59. JUAN PABLO II, Discurso 7-XI-1982
La finalidad principal del desarrollo económico “no es un mero crecimiento de la producción, ni el lucro o el poder, sino el servicio del hombre integral, teniendo en cuenta sus necesidades de orden material y las exigencias de su vida intelectual, moral, espiritual y religiosa”,CONC. VAT. II
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