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Guerra de Independencia Española: La milicia catalana de Bruc |
La visión conservadora del nacionalismo español compitió con el pensamiento liberal durante todo este período. También tiene sus orígenes en la guerra de Independencia, en la que los partidarios del Antiguo Régimen definieron la nación como intrínsecamente católica y procuraron la movilización del pueblo contra el invasor partidario del ateísmo. Los absolutistas y, tras el fallecimiento de Fernando VII, los carlistas, consideraban que las liberales eran ideas antiespañolas que se oponían a las tradiciones de la nación.
A partir de la segunda mitad del siglo XIX los conservadores se dieron cuenta del poder movilizador del nacionalismo, por lo que potenciaron una versión tradicionalista de la patria en la que la unidad católica era el fundamento de la nacionalidad española. Durante el período de la Restauración, entre 1874 y 1923, el sector más conservador del liberalismo defendió una concepción étnica semejante de la nación española comprendida dentro de un sistema liberal monárquico. Cánovas del Castillo concebía la nación como un sistema biológico con su propio carácter, moldeado durante los siglos a través de la tradición y la cultura. Siguiendo las ideas liberales moderadas, defendían el fin de los privilegios regionales herederos de la Edad Media y pretendían la unificación legislativa y la centralización de la administración estatal, como así mostraron sus políticas durante el último cuarto del siglo XIX.
Referencia: Breve historia de los nacionalismos (Iván Romero)
A partir de la segunda mitad del siglo XIX los conservadores se dieron cuenta del poder movilizador del nacionalismo, por lo que potenciaron una versión tradicionalista de la patria en la que la unidad católica era el fundamento de la nacionalidad española. Durante el período de la Restauración, entre 1874 y 1923, el sector más conservador del liberalismo defendió una concepción étnica semejante de la nación española comprendida dentro de un sistema liberal monárquico. Cánovas del Castillo concebía la nación como un sistema biológico con su propio carácter, moldeado durante los siglos a través de la tradición y la cultura. Siguiendo las ideas liberales moderadas, defendían el fin de los privilegios regionales herederos de la Edad Media y pretendían la unificación legislativa y la centralización de la administración estatal, como así mostraron sus políticas durante el último cuarto del siglo XIX.
Referencia: Breve historia de los nacionalismos (Iván Romero)
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