Decía Julián Marías que el lado negativo del hombre de izquierdas es el frecuente utopismo, la predilección por el lejano, cuanto más remoto y desconocido, mejor. Más que por el próximo, es decir, el prójimo; el deseo de irritar, la irresponsabilidad, la afición al cambio por sí mismo, sin estar seguro de que sea para mejor, la propensión a destruir la casa para edificarla de nuevo según principios abstractos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario